lunes, 18 de noviembre de 2013

¿ ZANAHORIA, HUEVO O CAFÉ?

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y lo difíciles que le resultaban las cosas. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: - "Querida, ¿qué ves?" -"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa ésto, padre?" El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua. "- ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. Y tú, ¿cual de los tres eres?

lunes, 11 de noviembre de 2013

LA FABULA DEL PUERCO ESPÍN.

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puerco espín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados. Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro. De esa forma pudieron sobrevivir. Moraleja de la historia La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.

domingo, 3 de noviembre de 2013

EL PAQUETE DE GALLETAS.

Aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera. Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente, la señora observó cómo aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente. La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta. "- No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco. "¡Gracias!" - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad. "De nada" - contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad. Entonces el tren anunció su partida... La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó:"¡Qué insolente, qué mal educado, qué será de nuestro mundo!". Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto

viernes, 18 de octubre de 2013

EL VIEJO INDIO

Un viejo indio hablando con su nieto le decía: " Me siento como si hubiera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los lobos es un lobo enojado,violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión". El nieto preguntó: -Abuelo, ¿ dime cual de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón ? El abuelo contestó: " Aquel que yo alimente.".

NUESTRA PRIMERA EXCURSIÓN

Hola chicos!! Bienvenidos a este blog y no hay mejor forma de hacerlo que con nuestra primera excursión. Hemos ido al MUPA. ¿ Que os ha gustado más?¿ Qué habeis aprendido que no conociais? A comentar!!!!

martes, 11 de junio de 2013

domingo, 12 de mayo de 2013

EL ÁGUILA Y LA GALLINA.

¿ Quieres saber su secreto?

martes, 23 de abril de 2013

martes, 12 de febrero de 2013

Nuestros cientificos II

Nuestros Científicos II on PhotoPeach

sábado, 9 de febrero de 2013

Somos unos grandes cientificos

Nuestros cientificos. on PhotoPeach

miércoles, 30 de enero de 2013

DIA DE LA PAZ

Tengo un amigo que repite a menudo que no le interesa la perfección, sino todo aquello que hacemos para suplir lo que nos falta. Por ejemplo, la intuición de un ciego, su capacidad para ver un rostro con las yemas de los dedos, su oído extraordinario, o la vista de un sordo o la fuerza de voluntad de un paralítico, la inocencia de un Down…... Y tiene razón, si cada uno de nosotros pudiera tener todo eso, seríamos mucho más de lo que somos. Y podemos, puesto que esa capacidad está en cualquier ser humano. ¿Y la orientación de un nómada, el respeto a los ancianos de los pueblos naturales, la resistencia al frío de un esquimal, la fusión con el caballo del indio, tantas y tantas cosas que vemos de lejos y que quisiéramos tener? Dividimos el mundo en norte y sur, y al hacerlo nos sentimos superiores a los que están abajo, y tal vez ese error sea tan grande como el de dibujar fronteras en los mapas. Deberíamos darle la vuelta al mundo y verlo horizontalmente, todos iguales, y todos aportando al ser humano cada una de esas hermosas cualidades. Estos días hemos construido un mundo. Es redondo, y dentro hemos puesto nuestros muñecos, nuestros niños, los que representan a nuestra clase, intentando que saliera lo mejor de nosotros con ilusión... Pero cualquier lugar en el que pongamos el dedo es el centro del mundo. Y cada ser humano está ahí, en el centro del mundo, y tiene algo que decirnos, algo que aportarnos a todos… La mayoría de los que estamos aquí somos niños, y los niños aportan inocencia, intuición, curiosidad, el motor de la cultura,¡¡ el futuro!!. No solo tenemos que estudiar, sino que debemos dudar y preguntar, sino no avanzaríamos nunca, no dejaríamos de enseñar lo que ya sabemos, y encontrar nuevas respuestas. Viene un tiempo difícil donde todos tenemos que tender una mano, abrir nuestro corazón, ser sinceros, auténticos y así ayudar a mejorar este mundo que está un poco complicadillo, nosotros confiamos en vosotros. Estos días hemos aprendido una canción cuya letra dice que juntos debemos hacer al mundo escuchar que queremos vivir, qué sonría mamá, cuidar la naturaleza y hablar por los que no pueden hacerlo, por las injusticias....¡¡ Juntos somos más!! Y la PAZ es eso, la llave para entrar en ese mundo más feliz, mejor. Con cariño, comprensión ,responsabilidad.. La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada uno de nosotros aprenda a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades. Cuando salgamos al recreo, o pasemos cerca de nuestro " mundo", o nos enfademos por algo....nos ponemos delante de ÉL y pensamos.. "AQUI CABEMOS TODOS" debemos y tenemos que hacerlo..

lunes, 14 de enero de 2013

sábado, 5 de enero de 2013

Carta de un abuelo a los Reyes Magos.

Melchor, Gaspar y Baltasar. ¿Por qué no he de creerlo, hijo? Un amigo mío les pidió la Luna reflejada en un charco y se la han traído. Cuando yo tenía seis años y era pobre, les pedí un juguete. Me trajeron el mar. Papá, tan asombrado como yo, dijo: nunca había visto nada tan grande ni tan divertido. Otro año, les pedí otro amigo y así seríamos siete, cinco en la cancha y dos en el banquillo, por lo que pudiera pasar. Les pedí un amigo de un metro y mucho de alto, todo un pívot. Cuando vuelva a ser niño, a la hora de pedir, en la noche de los prodigios, pediré que me dejen tener un perro, que a mamá, el día 24 de todos los meses, aún le queden dos panes en la despensa y que papá vuelva a casa y sonría. Cuando sea niño, a la hora de pedir, pediré que los mapas políticos cambien por las buenas, que cada uno pueda colorearlos como quiera, con los colores que más le gusten y que todos quepan en el mismo libro. Mi padre, hijo, pedía los vientos de marzo, las lluvias de abril, las amapolas de junio, ver madurar el trigo y que el alcalde fuese un hombre honrado. Cuando sea niño, a la hora de pedir, pediré motivos para cantar contento, que la niña del pomar vuelva a sonreírme, que nazcas tú, pediré una canción, una sonrisa y un beso, un amigo y, en todo caso, hijo, un vaso de buen vino. Cuando sea niño, a la hora de pedir, pediré cosas que no se rompen, ni se oxidan, ni aburren, cosas que se quedan en la memoria, en tanto vuelva a ir de niño a viejo y para siempre, seguro que por los siglos de los siglos. Amén. Esta es la carta que mi abuelo escribirá a los Reyes Magos cuando vuelva a ser niño. Juan Farias