miércoles, 30 de enero de 2013

DIA DE LA PAZ

Tengo un amigo que repite a menudo que no le interesa la perfección, sino todo aquello que hacemos para suplir lo que nos falta. Por ejemplo, la intuición de un ciego, su capacidad para ver un rostro con las yemas de los dedos, su oído extraordinario, o la vista de un sordo o la fuerza de voluntad de un paralítico, la inocencia de un Down…... Y tiene razón, si cada uno de nosotros pudiera tener todo eso, seríamos mucho más de lo que somos. Y podemos, puesto que esa capacidad está en cualquier ser humano. ¿Y la orientación de un nómada, el respeto a los ancianos de los pueblos naturales, la resistencia al frío de un esquimal, la fusión con el caballo del indio, tantas y tantas cosas que vemos de lejos y que quisiéramos tener? Dividimos el mundo en norte y sur, y al hacerlo nos sentimos superiores a los que están abajo, y tal vez ese error sea tan grande como el de dibujar fronteras en los mapas. Deberíamos darle la vuelta al mundo y verlo horizontalmente, todos iguales, y todos aportando al ser humano cada una de esas hermosas cualidades. Estos días hemos construido un mundo. Es redondo, y dentro hemos puesto nuestros muñecos, nuestros niños, los que representan a nuestra clase, intentando que saliera lo mejor de nosotros con ilusión... Pero cualquier lugar en el que pongamos el dedo es el centro del mundo. Y cada ser humano está ahí, en el centro del mundo, y tiene algo que decirnos, algo que aportarnos a todos… La mayoría de los que estamos aquí somos niños, y los niños aportan inocencia, intuición, curiosidad, el motor de la cultura,¡¡ el futuro!!. No solo tenemos que estudiar, sino que debemos dudar y preguntar, sino no avanzaríamos nunca, no dejaríamos de enseñar lo que ya sabemos, y encontrar nuevas respuestas. Viene un tiempo difícil donde todos tenemos que tender una mano, abrir nuestro corazón, ser sinceros, auténticos y así ayudar a mejorar este mundo que está un poco complicadillo, nosotros confiamos en vosotros. Estos días hemos aprendido una canción cuya letra dice que juntos debemos hacer al mundo escuchar que queremos vivir, qué sonría mamá, cuidar la naturaleza y hablar por los que no pueden hacerlo, por las injusticias....¡¡ Juntos somos más!! Y la PAZ es eso, la llave para entrar en ese mundo más feliz, mejor. Con cariño, comprensión ,responsabilidad.. La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada uno de nosotros aprenda a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades. Cuando salgamos al recreo, o pasemos cerca de nuestro " mundo", o nos enfademos por algo....nos ponemos delante de ÉL y pensamos.. "AQUI CABEMOS TODOS" debemos y tenemos que hacerlo..

lunes, 14 de enero de 2013

sábado, 5 de enero de 2013

Carta de un abuelo a los Reyes Magos.

Melchor, Gaspar y Baltasar. ¿Por qué no he de creerlo, hijo? Un amigo mío les pidió la Luna reflejada en un charco y se la han traído. Cuando yo tenía seis años y era pobre, les pedí un juguete. Me trajeron el mar. Papá, tan asombrado como yo, dijo: nunca había visto nada tan grande ni tan divertido. Otro año, les pedí otro amigo y así seríamos siete, cinco en la cancha y dos en el banquillo, por lo que pudiera pasar. Les pedí un amigo de un metro y mucho de alto, todo un pívot. Cuando vuelva a ser niño, a la hora de pedir, en la noche de los prodigios, pediré que me dejen tener un perro, que a mamá, el día 24 de todos los meses, aún le queden dos panes en la despensa y que papá vuelva a casa y sonría. Cuando sea niño, a la hora de pedir, pediré que los mapas políticos cambien por las buenas, que cada uno pueda colorearlos como quiera, con los colores que más le gusten y que todos quepan en el mismo libro. Mi padre, hijo, pedía los vientos de marzo, las lluvias de abril, las amapolas de junio, ver madurar el trigo y que el alcalde fuese un hombre honrado. Cuando sea niño, a la hora de pedir, pediré motivos para cantar contento, que la niña del pomar vuelva a sonreírme, que nazcas tú, pediré una canción, una sonrisa y un beso, un amigo y, en todo caso, hijo, un vaso de buen vino. Cuando sea niño, a la hora de pedir, pediré cosas que no se rompen, ni se oxidan, ni aburren, cosas que se quedan en la memoria, en tanto vuelva a ir de niño a viejo y para siempre, seguro que por los siglos de los siglos. Amén. Esta es la carta que mi abuelo escribirá a los Reyes Magos cuando vuelva a ser niño. Juan Farias